Jenny Urrutia tiene 39 años y es titulada de la carrera de Pedagogía en Historia, Geografía y Educación Cívica de nuestra Universidad desde el año 2003. Temuquense, con ganas de aprender, vivir experiencias nuevas y viajar, Jenny ha estudiado en Londres, India y Estados Unidos. Hoy forma parte del Programa de Mentorías de la UFRO y nos cuenta su historia. Conoce un poco más de ella en la siguiente entrevista.

¿Por qué decidiste estudiar pedagogía en historia, y específicamente en la UFRO?

Hay tres factores que influyeron en mi decisión de estudiar pedagogía en la UFRO. Primero, fue que desde mis tiempos en el liceo me gustaba bastante la Historia y las Ciencias Sociales. En segundo lugar, fue el de provenir de una familia de profesores, comenzando con mi abuelo, quien fue profesor normalista y, como tercer factor, el cual fue determinante para que siguiera una carrera universitaria, fue el apoyo e incentivo de mis padres. 

En este caminar, el descubrimiento de lo que era el mundo universitario, fue fundamental para optar finalmente por esta Carrera, la cual me ha entregado no solo conocimientos en el ámbito pedagógico y disciplinar, sino que también los conocimientos y habilidades que me han permitido desenvolverme integralmente en otros espacios profesionales. Desde esta perspectiva, la Universidad de La Frontera siempre fue mi primera opción, principalmente por su condición de universidad pública y su accesibilidad.

Jenny durante su época como estudiante de la UFRO

¿Qué recuerdos tienes del pregrado?

Tengo los mejores recuerdos de mi paso por la Universidad y de los profesores que me hicieron clases. En dicho periodo construí una hermosa amistad con algunos compañeros/as de carrera, la cual perdura hasta el día de hoy. 

Si bien, mi primer año era complejo pues fue un periodo de adaptación a la dinámica universitaria, todo cambió en el segundo año de universidad; me sentía más confiada y ya en los años siguientes empecé a participar en actividades académicas como ser alumna ayudante en algunas cátedras del área de geografía con la profesora Ximena Toledo. 

Además, participé como alumna ayudante en el proyecto la “Historia de la Universidad de la Frontera”. Investigación a cargo del Profesor Jorge Pinto Rodríguez. En dicha instancia, trabajé (junto a otra compañera de carrera) recopilando datos desde los archivos del Diario Austral de Temuco. Debo reconocer que mi paso por la Universidad fue tranquila y llena de lindos recuerdos.

Y ya después de titularte, háblanos un poco de tu trabajo en Contigo Aprendo, ¿qué te marcó de esa etapa en tu carrera profesional?

En el año 2003, cuando estaba trabajando como docente en una escuela urbana de Temuco, se me presentó la oportunidad de postular al programa Chilecalifica, específicamente en una de sus líneas de trabajo que era la Campaña de Alfabetización Contigo Aprendo. Es así como asumí el cargo de coordinadora regional, siendo uno de los primeros desafíos, la implementación de esta Campaña en la Región de La Araucanía. El objetivo de la Campaña era entregar a través de un servicio educativo a cargo de monitores de alfabetización, la oportunidad a personas jóvenes y adultas de alfabetizarse y/o de contar con su certificación de 4° año básico.

Aquí se marca un hito en mi carrera profesional, pues mi experiencia y desarrollo se orientó principalmente a la gestión de una política educativa. Asimismo, en este trabajo pude conocer estrategias pedagógicas distintas. El ser coordinadora, me enseñó a gestionar presupuestos en el contexto de la administración pública, a generar redes y alianzas con diferentes instituciones a nivel regional, a la gestión territorial. Mi paso como Coordinadora de la Campaña de Alfabetización estuvo lleno de aprendizajes que cimentaron también los próximos desafíos profesionales que posteriormente asumí.

Cuéntanos sobre tu magíster en la UFRO, ¿qué rescatas de esa etapa?

Desde que egresé de la UFRO, siempre tuve en mente realizar un magíster. Es así que, dos años después de finalizar mi carrera de pregrado y ya trabajando en la Campaña Contigo Aprendo, tomé la decisión de realizar el Magíster en Desarrollo Humano Local y Regional de la Universidad de La Frontera. Dicha decisión estuvo ligada a la experiencia formativa que tuve en mi pregrado, específicamente en el área de geografía y educación donde desarrollé mi tesis en el ámbito del desarrollo local y regional. 

Además, era un Magíster enfocado al área de las Ciencias Sociales, lo cual siempre me ha gustado. En este espacio académico, además de conocer y compartir con un gran equipo como lo fueron mis profesores y compañeros de clases, también tuve la oportunidad de participar en un simposio y desarrollar mi tesis en el área de la alfabetización económica y la educación de adultos, junto a profesora guía la Dra. Marianella Denegri. Sin embargo, este trabajo no solo fue un requisito para acceder a mi título de Magister, sino que también sentí que fue un aporte al conocimiento local y nacional, dado a que pude ser parte del programa “Tesis País” de la Fundación para la Superación de la Pobreza, al cual postulé mediante la presentación de un artículo, que finalmente fue publicado por dicha Institución en el año 2008.

  Y sobre trabajar con adultos, ¿era lo que pensabas en lo que te ibas a desarrollar cuando estabas estudiando el pregrado? ¿cómo resultó para ti esa experiencia y en qué se distingue de trabajar en un colegio convencional, con niños?

Sinceramente, nunca pensé que trabajaría en la Educación de Adultos. En la Universidad siempre tuve la idea de trabajar en un establecimiento educacional regular con estudiantes de enseñanza media. Sin embargo, y a medida que fui avanzando en mi carrera profesional fui descubriendo que el mundo de la educación era muy amplio y diverso.

Es así que mi participación en la Educación de Adultos fue una experiencia de muchos aprendizajes, principalmente en mi primera etapa, como Coordinadora de la Campaña de Alfabetización Contigo Aprendo, donde compartí con muchas personas adultas, cuyas historias de vida reflejaban también la historia educativa chilena, la que por falta de una política clara, en su momento generó que muchas personas, principalmente mujeres, no pudieran aprender a leer y escribir. Esta situación se daba principalmente en sectores rurales.

Jenny (de pie a la derecha), mientras estudiaba inglés en la ciudad de Hyderabad, India.

Cuéntanos sobre tu experiencia de estudiar inglés en la India. ¿Cómo fue el proceso para obtener esa beca? ¿Desde donde surge la idea de irte a ese país?

Desde mis tiempos como estudiante de enseñanza media, pero también como estudiante universitaria, siempre quise aprender un segundo idioma. Quizás eso fue porque tenía el sueño de viajar y conocer otras realidades. En el año 2012, decidí por iniciativa personal realizar un curso de inglés durante un mes en un Instituto de Lenguaje llamado Language Studies International (LSI) en la ciudad de Londres, Inglaterra. Por lo tanto, y a partir de esta experiencia de estudio y trabajo, quise seguir profundizando mis conocimientos profesionales tanto en el ámbito de la educación como del idioma inglés como medio para optar a nuevos conocimientos y experiencias profesionales. En consecuencia, y en esta búsqueda, en el año 2015, vi un aviso para postular a las Becas ITEC del Gobierno de la India para realizar cursos cortos en dicho país. Para ello, mi primera acción fue viajar a la embajada de la India en Santiago para informarme de todo el proceso de postulación. Después de varias etapas en el proceso de postulación, la cual finalizaba con una entrevista con el embajador de la India en Chile. Finalmente me adjudiqué la Beca ITEC para realizar mis estudios de inglés en The English Foreign Language University (EFLU University)  en la ciudad de Hyderabad, India, durante tres meses.

Debo decir, que realmente fue una experiencia maravillosa, pues no solo tuve la oportunidad de aprender inglés y conocer la dinámica universitaria de la ciudad de Hyderabad, sino que también pude sumergirme en una cultura totalmente distinta y milenaria, con muchos idiomas oficiales, religiones, aromas y paisajes. Asimismo, pude compartir con compañeros/as de clases de diversos países de los cuales aprendí mucho también y con los que aún mantengo contacto. 

Cuéntanos sobre la beca para irte a Estados Unidos, ¿cómo fue esa experiencia para ti?

En líneas generales, el programa Hubert Humphrey se organizaba en torno a Seminarios organizados por la coordinación de Humphrey en la Universidad de Vanderbilt. Además, asistía a las clases y talleres afines a mis intereses profesionales y visitaba establecimientos educacionales, en el cual me entrevistaba con directores para conocer las percepciones, gestión y organización educativa de las escuelas que conforman lo que era Metro Nashville Public School, lo que aquí en Chile se asimila a un departamento de educación.

En octubre del año 2018, junto a otros 150 becarios Humphrey de diferentes partes del mundo, formé parte del “Global Leadership Forum” en la ciudad de Washington D.C. Para mí, una de las actividades y experiencias profesionales más significativas, fue la de participar en el ejercicio de responder y generar, junto a los becarios latinoamericanos y caribeños, un acuerdo regional en torno a los desafíos presentes en Latinoamérica y el Caribe. Fue personalmente muy significativo, en cuanto al ejercicio reflexivo realizado, pues debía pensar en Chile en función del contexto latinoamericano y caribeño, colocando sobre la mesa mi visión global del país y desde allí construir, y relevar los desafíos que desde mi perspectiva eran importantes, a la vez de consensuar estas miradas junto a otros becarios.

Como un tercer momento de esta beca, fue la realización de una práctica profesional en “Equity and Diversity Office” en Metro Nashville Public School donde aprendí sobre la dinámica de una organización educativa en los Estados Unidos, ésto a través del trabajo que realizaba la oficina en materia de inclusión. Finalmente decir que aprendí mucho de esta beca, no solo en lo profesional y en lo académico, sino que también en lo personal. Me reencontré con mis temores e inseguridades, pero también me redescubrí en mis potencialidades, habilidades y fortalezas, lo cual constituye un gran aprendizaje que quedará por siempre.

Jenny trabajando en una escuela de Estados Unidos durante su pasantía.

Cuéntanos más en profundidad de tu trabajo actual, ¿qué significa para ti?

Desde el año 2008 (a excepción del año que estuve en la coordinación regional de Educación de Adultos) a la actualidad trabajo como supervisora técnico pedagógica en el Departamento Provincial de Educación Cautín Norte. Una de mis principales funciones es apoyar y asesorar en materia técnico-pedagógica a los equipos directivos de los establecimientos educacionales. En este proceso, como supervisora también he ejercido diferentes funciones ligadas a coordinaciones de programas específicos, como el Simce. 

En este apoyo que debemos brindar a los equipos directivos, uno de los requerimientos más importantes, es la contextualización de la política educativa, en relación a cada realidad territorial y que esta política educativa finalmente impacte en los aprendizajes de los estudiantes en todas sus dimensiones. En este contexto, el apoyo técnico pedagógico no es el mismo en función de las necesidades de una escuela multigrado a una escuela de adultos o a un liceo técnico profesional a una escuela que imparta educación especial.

Esta acción es una de las que más destaco, ya que las reuniones técnicas como espacios de reflexión, pueden generar cambios, quizás no tan notorios o estructurales como desearía, sin embargo, siento que es una de las partes que más me gusta. Me desafía  también, pues me lleva a la movilización de mis habilidades sociales, como la escucha activa por ejemplo, y al cuestionamiento constante de mis prejuicios y creencias, pues para hablar de prácticas que inciden y subyacen en las organizaciones, hay que cuestionarse las propias prácticas también. Otro elemento que me gusta de este trabajo es su dinamismo, pues abarca diversas temáticas y la presentación y revisión de casos, para lo cual hay que estar constantemente estudiando, aprendiendo y revisando orientaciones, normativa y documentos técnicos en general.

¿Qué le dirías a nuevos titulados de tu carrera o a estudiantes de últimos años, que a lo mejor tienen ganas de hacer otras cosas más aparte del trabajo en sala de clases?

Que personalmente no creo mucho en las recetas, y que las decisiones tomadas dependen de muchos factores. Desde este contexto y desde mi experiencia personal, solo decir que jamás pensé durante mi vida universitaria que trabajaría en la coordinación de adultos o en un programa de alfabetización. Sin embargo, siempre tuve claro que quería seguir desarrollándome profesionalmente, y desde este deseo se me fueron presentando nuevos desafíos como el de estudiar en el extranjero. Durante la vida profesional hay oportunidades que se te presentan en el camino y desde ahí debes decidir si es que deseas tomar nuevos rumbos en tu carrera. Las consecuencias de dichas decisiones solamente las conocerás con el tiempo. 

Finalmente, quiero decir que no hay que temer al (auto) cuestionamiento constante de lo que queremos hacer en la vida. Por lo mismo, creo que un título profesional no delimita lo que “tienes” que hacer.  El título profesional es una herramienta que te ayuda a desarrollar profesionalmente tus intereses académicos y encamina el aporte que quieres hacer a la sociedad desde tu expertiz. En lo personal, me gusta lo que hago, pero no es una respuesta que tengo totalmente zanjada, lo que sí tengo claro es que no podría estar siempre haciendo lo mismo, por lo que, “movilizar” mis inquietudes, ya sea capacitándome y aprendiendo de mi área, y de otras también, si es una opción de vida y para ello, la educación tiene mucho que entregar.

Finalmente, ¿qué te parece que la universidad se preocupe de mantener contacto con sus titulados y dar a conocer en qué se encuentran luego de su paso por el pregrado?

Encuentro que ha sido una excelente iniciativa, pues es una instancia que le permite a la Universidad, conocer el impacto que ha ejercido mediante su proceso formativo en los profesionales que ha titulado, es más, la vinculación que realiza la UFRO con los titulados ayuda a visualizar si el rol, propósitos y el perfil que la Universidad se propuso para la formación profesional de una de determinada carrera se materializa y concreta en la práctica. Asimismo, valoro este contacto como instancia desarrollo profesional y reflexivo, pues, genera un sentido de pertenencia, y un espacio de participación como lo es, por ejemplo, ser parte del programa de mentorías; además que este mismo ejercicio de responder estas preguntas, me ha permitido reflexionar en torno a mi trayectoria profesional, mis aportes y lo que me falta por hacer, además de rememorar los espacios y experiencias formativas vividas en la UFRO.